Nos tocó un dia de lo mas soleado, pero no veas el levante que hacia; de ese levante que hay que meterse piedras en los bolsillos y, ademas con el agravante del sitio donde estabamos que es donde se fabrica dicho vienticito.
El autobús nos dejó en el aparcamiento de Baelo Claudia y, desde alli comenzamos el camino carretera arriba hasta llegar al carril donde nos encaminaba hacia el Faro.
Por fin el sendero y al fonde se puede ver el faro, por el camino nos encontramos con algunas vaquillas retintas, pero bueno, ni las molestamos y nos molestaron ellas, cada uno a lo suyo.
Por fin el faro y un bonito paisaje marino para recrear la vista.
Aqui nos informan de que estamos en una de las pocas playas naturales que tenemos, donde hay que llegar andando, pero parece que el hormigon ya esta cerca y es una pena, que cambiemos paisaje en estado natural por casas y hoteles. Ojala podamos conservar al menos lo poco que nos queda de naturaleza pura.
Una vez llegados a la meta, bajamos a la playa y nos dimos un chapuzón que no nos vino nada mal.